martes, 6 de agosto de 2019

Empachada de espejos

Me empacho de espejos
para intentar engañar al Vacío.

Las imágenes de mis logros y virtudes
se reproducen 
vanidosas
en un infinito mentiroso
dentro de mí
Me ha resultado más sencillo
atiborrarme de dulces
que apreciar el sabor de lo amargo.
Hoy tanta golosina empalaga mi culpa
y corroe como una peste todas mis miserias.

El vidrio se ha roto en más de una ocasión
y ha astillado mis rincones más íntimos.
He vomitado,
en llantos lacónicos,
parte de estos espejos
y no me he visto reflejada en ellos
No sé si se empañaron
por el aire viciado que me recorre
o si ya los inventé así:
ciegos,
para que no se asusten.

Me empacho de espejos
para confundir(me) y creer que soy más
que lo poco que tengo.
Ya son trizas
a causa de tantas penas sísmicas
que han violentado el suelo de mi farsa.
Me queda tan solo una verdad desnuda
que está enojada con mi cobardía.

Despojada de mis trampas
el Vacío me carcome.
Ya no ve las mil imágenes
y tiene hambre.
La verdad que puedo darle
no le alcanza.

Mi carne es débil
sin los escudos de la vanidad.
No soy nada sin los reflejos,
todo golpe
me da de lleno,
y soy yo quien se astilla.

Siempre me defendí con mis palabras.
Ahora estoy encerrada
en un mundo sin discursos
siendo capaz de enunciar
tan solo
oraciones tan unimembres
como yo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario